lunes, 4 de enero de 2016

MI HIJO ESTÁ DEPRIMIDO ¿Cómo puedo ayudarle?


El trastorno depresivo mayor afecta a casi 15 millones de adultos mayores de 18 años en Estados Unidos, en un año.

Los síntomas de la depresión varían, pero por lo general incluyen:
Pérdida de interés,
Sentimientos de desesperanza,
Problemas de sueño,
Sensación de fatiga,
Debilidad e inutilidad, y/o
Problemas físicos sin explicación aparente.

Ver a tu hijo luchar contra la depresión es difícil. Sin embargo, existen algunas cosas que puedes hacer para ayudarlo.





  1. EMPATIZA. Muy a menudo las personas que están deprimidas no pueden reconocer su depresión. Si entiendes los síntomas de la enfermedad, estarás mejor preparado para reconocerla. Por otra parte, si decides sentarte y hablar con tu hijo sobre su depresión, estarás mejor preparado para debatir y entender los síntomas que está viviendo.
  2. ANÍMALE A QUE BUSQUE TRATAMIENTO. La depresión puede causar problemas sociales, en el trabajo e incluso llevar al suicidio. En consecuencia, es necesario que animes a tu hijo a que busque tratamiento antes de que el problema se vuelva peor. Fomentarlo puede ser difícil porque él puede sentirse avergonzado o apenado. Para combatir esos sentimientos, Tu Espacio Psicológico recomendamos que enfatices que la depresión es un síntoma médico y que es un diagnóstico que puede ser tratado satisfactoriamente. Si tu hijo se pone nervioso por la búsqueda de tratamiento, ofrécele acompañarlo en las primeras citas. Además, ponle en claro tu voluntad de asistir a terapia familiar.
  3. REFUERZA A TU HIJO EL RECONOCER LAS COSAS POSITIVAS DE LA VIDA. Es beneficioso ayudarlo a redescubrir las alegrías de la vida. Esto puedes hacerlo ofreciéndole distraerse y facilitar que participe en las actividades que alguna vez le resultaron placenteras. Pero este impulso debe realizarse sin prisas, sin presión, lentamente.
  4. AYUDA A CREAR UN AMBIENTE DE BAJO ESTRÉS. Puedes ayudarlo a reducir los síntomas de depresión facilitando y asegurándote que tu hijo tiene una rutina regular. Esto incluye un horario regular para comidas y descanso. También puedes ayudarlo a que se organice para que no experimente el estrés asociado con el desorden y el caos. Por ejemplo puedes, en la medida que te sea posible, ayudarlo con las cuentas, la lavandería, las compras diarias, el mantenimiento del hogar…



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