SOY PSICÓLOGA Y MADRE TRABAJADORA
¿Qué es para mí conciliar la crianza de mis hijos con mi trabajo?
Pues está significando cambiar ritmos, limitar
horas lejos de ellos, intentar que mis hijos estén el menor tiempo a cargo de
otras personas que no sean su padre y yo misma, trabajar lo justo para evitar
entrar en el bucle vicioso de pago a
alguien para que yo pueda trabajar más y lo que gano -por hacer más horas que
un reloj- gastarlo en esa cuidadora, escuelita, guardería o en infinidad de
extraescolares.
He pactado con algunos clientes y centros donde
colaboro para poder ir con mi hija pequeña de 1 año y mantener más fácilmente
la lactancia a demanda.
Conciliar es inmensamente gratificante para mí y, a
la vez, complicado ya que soy autónoma (cuando no lo he sido, igualmente me
resultó un gran reto de negociaciones con la empresa y exponer mi puesto
laboral en la misma).
Conciliar ahora me está permitiendo conocer más a
mis hijos, jugar más con ellos, abrazarnos cuando lo necesitamos, reflexionar
junto con ellos, poder observar en primera línea los cambios que van haciendo,
sus primeras veces… soy parte activa y presente en sus vidas.
Les estoy educando con las mejores opciones que
dispongo, les doy la seguridad de que me van a encontrar a su lado mientras
descubren, experimentan, sienten y crecen.
Os dejo este poema de Kahlil Gibran. Me lo regaló una amiga de Facebook en un momento de
dificultad personal. Me dio mucha fuerza, esa fuerza es la que os quiero
transmitir madres maravillosas… DIOSAS.
Tus hijos no son tus hijos
Tus hijos no son tus hijos
son hijos e hijas de la vida
deseosa de sí misma.
No vienen de ti, sino a través de ti
y aunque estén contigo
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas,
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes a ti
porque la vida no retrocede,
ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual, tus hijos,
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación
en tu mano de arquero
sea para la felicidad.
¿Cuál es tu experiencia como madre trabajadora? Me
encantaría escucharte y que compartieras tu vivencia con nosotr@s.
Mónica
Ruiz Romero
Blog tuespaciopsicologicoblog.blogspot.com